miércoles, 5 de diciembre de 2012

Buscando mi identidad

 Resposteo por problemas técnicos.

Siempre he escuchado que la adolescencia es el tiempo en el que las personas buscamos nuestra identidad. A esa edad se prueban diferentes modas, se imita a gente mayor (que no siempre es la mejor influencia), se acepta sin chistar lo que los medios de comunicación dicen que está "in" y se reniega de lo que representan los padres. Bueno, así se supone que ocurre. En mi caso no fue así.



A los 14, 15, 16, 17, 18, 19 años yo tenía las cosas muy claras. Parecía una vieja en un cuerpo adolescente. Y se trataba de una vieja muy sesuda que no se emborrachaba, que no fumaba (ok, lo probé por curiosidad, pero no llegué ni al 5 % de un cigarrillo), no andaba en "afanes" con uno y con otro chico, y que decía lo que pensaba. A pesar de lo que los demás creyeran. A esa edad sabía lo que quería y no me molestaba que fuera distinto a lo que querían los demás. Hacía lo que mejor me parecía y la verdad que mis papás la tuvieron bien fácil con mi crianza en esa época.

Está de más decir que mis calificaciones siempre fueron muy altas y que los profesores me adoraban. Bueno, menos un par, pero todos los demás estaban muy contentos conmigo. Ok, ok, no todo era tan perfecto. Confesaré que me escapaba de las clases de Educación Física. Hacía lo mínimo necesario. Y cuando podía corría al lado opuesto del coliseo para que la profesora no me viera. Aun así, se puede decir que tenía buenas notas. Eran las más bajas de toda la libreta de notas, pero la verdad es que andaban muy bien para lo que hacía. Aunque cuando nos hicieron campeonato de Salto de Soga y de Hula Hula sí que destaqué. Hasta ahora conservo esas habilidades, si podemos llamarlas así.

Así fue mi adolescencia. Y en mi vida universitaria la cosa no cambió mucho. Todo fue felicidad. Pero ahora el mundo se me vino encima y siento que todo es raro. No me encuentro en el mundo que alguna vez imaginé me encontraría en la actualidad. Tengo 24 años, casi 25 y me muero de miedo.

A ver, vamos por partes (como diría Jack El Destripador). Cuando uno es menor, se imagina que a los 24 o 25 años uno ya es todo un adulto. De hecho eso es lo que los medios de comunicación nos dicen. Uno ve esas imágenes de jóvenes profesionales exitosos de apariencia atlética y rostros agradables. Gente que de Lunes a Viernes tiene trabajos maravillosos, y que los fines de semana tienen vidas sociales increíblemente activas, que los llenan de satisfacciones. Y no sólo sus vidas sociales son tan geniales, pues además están estudiando una maestría en una prestigiosísima institución que a pesar de ser de gran nivel, el nivel de ésta es ampliamente superado por los súper cerebros de nuestros personajes. ¡Ah! Y no nos olvidemos de su perfecta rutina de ejercicios (obvio, sino cómo tendrían esos cuerpos).

Pero la verdad es que esta edad te cae de sorpresa. Sí, en serio. En un momento estabas ingresando a la universidad, eras "cachimbo" (como decimos en mi país), lleno de expectativas; y de un momento a otro ya estás en tus últimos semestres por lo que debes encontrar prácticas pre profesionales de que valgan la pena, para luego encontrar un trabajo "real". Hay personas que a la par que estudian, trabajan. Pero siendo sinceros, su carrera se alarga (a veces mucho) y la verdad no sé cuán beneficioso es tener mi edad y recién egresar de la universidad. En mi caso yo egresé a los 21 años e inmediatamente empecé a trabajar. Deberán saber que sí averigüé sobre esa tan genial maestría de la que les hablé anteriormente. Y saben qué, para llevarla, además de pagar muchíiiiisimo dinero que sólo mi papá podría pagar porque mi sueldo no alcanzaba, necesitaba TRES AÑOS DE EXPERIENCIA RELEVANTE (no prácticas pre profesionales). No podría ser una "genial estudiante de maestría". Punto.

Y luego de tanto pensar y pensar, y de econtrarme con la realidad, hace poco caí en la cuenta que recién estaba buscando mi identidad. Es que me pasan cosas inusuales. Como mis sueños, por ejemplo. Son inusuales. Y por eso requiere un camino más difícil (por lo menos eso es lo que creo) y me es imposible no comparar con los otros caminos marcados y delimitados que mis compañeros de colegio y universidad tomaron. Otra cosa inusual que me ocurre es que la gente piensa que todavía soy adolescente. O sea "padezco de juventud eterna". En criollo: "Tengo pinta de chibolaza". Por ejemplo, Rihanna es como mes y medio MENOR que yo. Ok, digamos que somos de la misma edad. Pero si nos ponen una al lado de la otra, ella parece toda una adulta y yo parezco de la promo (entiéndase misma edad) de Heidi, o sea una niñita que canta "Abuelito dime tú".

Rihanna

Heidi

Tal vez suene exagerado, pero ando muy confundida. En criollo: "Recontra paleteada". 

Por eso abrí este blog. Para liberarme de toda esa maraña de pensamientos que tengo en la cabeza. O sea, lo hago con un propósito egoísta (la sinceridad ante todo). Pero si alguien se siente en algo identificado(a) con mis dudas y cuestionamientos, pues les doy la bienvenida. 

Hoy, lunes 03 de diciembre de 2012 empezamos este experimento. Que tengan un lindo día.



2 comentarios:

  1. Los blogs son liberadores :)
    Sigue contándonos todo lo que piensas, para eso estamos los que queremos leerte ;)
    Gracias por la visita y por seguirme desde Recién Casada :D

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  2. Gracias por tus ánimos! Un beso para la princesita :)

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